En estos cinco años, en los que he aprendido cómo no gestionar una empresa. Creo que podría escribir el libro "Claves para no triunfar en los negocios" o "¿Se podrían hacer peor las cosas?". Todas las filosofías utilísimas tales como "comerse quesos de los demás", están muy bien, para empresas con una vida media o un capital grande o lo que es más importante con buenos gerentes.
Gestionar desde el diálogo, la amistad, el compromiso,... es bueno, durante un tiempo. Al final, el 85% de la empresa se mueve por dinero, como todos, pero no dinero a corto plazo, dinero instantáneo, la frase podría ser: ¿Dónde está mi dinero?. Nadie parece darse cuenta en una empresa horizontal, que desde que se realiza un trabajo hasta que se convierte en dinero, y ya no digamos en efectivo, pueden pasar, de media, en una empresa de servicios, cuatro meses; y cuanto más grande sea la empresa, esos cuatro meses son demasiada financiación.
Y en la financiación es donde están todos los problemas, porque más o menos, creo que todos somos capaces de hacer una empresa rentable; bueno, al menos que los ingresos sean mayores que los gastos, pero ¿quién es el que financia esos cuatro meses?... Olvidaos de los bancos.
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